Matias Michelini es un apasionado por la vida, la naturaleza y la familia. Un creativo incansable, despojado de miedos, que enarbola la bandera de la libertad con cada cosa que hace.

El respeto por los paisajes que escoge, marcan su identidad y la de sus vinos.

Ese deseo de plasmar paisajes en una botella es el hilo que conecta cada lugar, cada variedad, cada suelo, cada persona y cada emoción contenida donde Matías decide hacer vino.

Luego de haber trabajado durante años como primer enólogo de bodegas de renombre, en el 2009 Matías decidió que ya era tiempo de embarcarse en su proyecto personal. Uno que le devolviera el motor creativo, que le permitiera hacer vinos más libres, fuera del libro. Vinos que recuperan historias, procesos y prácticas olvidadas, más conectados al lugar.